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La reconocida agencia de turismo para el segmento gay Duques del Plata ha lanzado un producto nuevo: el Buenos Aires Tango, Wine & Gay Tour.
Se trata de un tour regular, que no tiene mínimo de personas pero sí un máximo de 30 pasajeros por cada tour. Cada uno de estos tours salen todos los sabados desde la puerta de hoteles del Centro porteño y de Palermo en la capital argentina.
El Buenos Aires Tango, Wine & Gay Tour es un exclusivo paseo con salidas regulares todos los sábados después del mediodía. La propuesta es conocer los lugares más emblemáticos que esconde la historia del tango en la ciudad de Buenos Aires. Una experiencia única e inolvidable en donde compartir una clase de tango y una degustación de vinos exclusiva para el grupo. Una experiencia donde sentir, disfrutar, compartir, vivir y conocer los secretos del tango con los cinco sentidos.
La recorrida histórica por los barrios emblemáticos del tango cuenta la historia desde otro punto de vista, visitando los lugares que la hicieron posible: el barrio del Abasto, la Avenida Corrientes, la Plaza de Mayo y el barrio de San Telmo, entre otros lugares míticos de la capital argentina. Por supuesto, el tour cuenta con guía bilingüe (inglés/español) especializado en el tema.
La clase de tango, exclusiva para el grupo, la dictan profesores de la Academia de Tango del Querandí, es totalmente personalizada y tiene una duración de una hora. En ella se aprenden los principales pasos del baile porteño por excelencia.
La degustación de vinos comprende una Ruta Virtual del Vino Clásico, con un recorrido por las principales zonas productoras del país, seleccionando las cepas más representativas de cada región acompañado de las imágenes y sabores de los terruños.
Es así que para el vinos más representativo del Noroeste Argentino se prevé un Torrontés con Empanaditas Salteñas. En la cata de los de la Patagonia, el elegido es un Merlot con Crostín de Hongos. Y finalmente, como embajador de Cuyo, la degustación planeada es un Malbec con Pinchos de Ternera.
Tour y después…
Al finalizar la degustación de vinos —alrededor de las 20.30 hs.— los pasajeros tienen la opción de quedarse a la Cena Tango Show del Querandí o regresar a sus hoteles. Para eso existen dos opciones: abonar una tarifa plana (87 dólares) en la recepción de la casa de tango, o elegir el tour Full que ya incluye la cena show con bebidas. En ambos casos los pasajeros cuentan con el traslado de regreso a los hoteles.
El valor del tour clásicoes de 125 dólares y de 175 dólares con la cena show de tango incluida.
Para reservar o solicitar más info, completá el siguiente formulario.
Casa Margot, primer hotel champagnerie de Argentina, brinda alojamiento boutique de categoría 5 estrellas en la que fue obra y morada de la escultora Eliana Molinelli.
Sus techos abovedados en doble altura remedan las viejas cavas de guarda de champagne mientras se exploran en la copa los misterios de la producción de espumantes de la Bodega Margot.
La casa está situada dentro del circuito Caminos del Vino de Luján de Cuyo, en el centro de la principal plaza gastronómica de Mendoza: Chacras de Coria.
Inmejorable ubicación para degustar las delicias de los bistró, cafeterías y restaurantes de la zona, recorrer bodegas y viñedos o caminar por entre sus recónditos paseos de compras y añosas arboledas.
Casa Margot dispone de sólo 2 habitaciones de lujo que garantizan privacidad y exclusividad con atención cinco estrellas para interpretar y saborear el mundo del Champagne con personalidad y estilo argentino.
Servicios
Sus servicios están conformados por desayuno buffet, servicio de mucama, Wi-Fi, piscina y solarium, Centro de Interpretación del Champagne y catas dirigidas y maridajes de los productos de Bodega Margot, estacionamiento, guardia de seguridad nocturna, coctelería, confitería y bar, selección de habanos y puros, room service, lavandería, almacén de exclusividades y videoteca entre otros.
También, con reserva previa puede contarse con servicios adicionales como el de un anfitrión y guía bilingüe (en idioma del pasajero), la romántica cena para dos “I love you nigths” o la “Sushi & Jazz nights”. Otros adicionales son el típico “Asado argentino” con tabla de fiambres y empanadas en el quincho Maula o el Day Spa con tratamientos estéticos para el rejuvenecimiento de la piel y masajes con personal altamente especializado y bilingüe.
Con la reserva anticipada de cualquiera de estos servicios se obtiene el Servicio de Transfer desde el aeropuerto sin cargo.
Fotos: AG Magazine Info y Casa Margot
Habitaciones
La casa dispone de dos habitaciones con baño privado y vestidor en suite, abrazadas por jardines que garantizan la mayor privacidad y exclusividad.
El equipamiento y los servicios de la suite Celedonio y la suite Grisel se compone de
• Sommiers con Resortes Pocket Advance de respuesta individual y manta pillow de poliuretano flexible y micro fibras huecas de poliéster marca Rosen.
• Ropa blanca de algodón egipcio de 360 hilos, cobertores de pluma en funda nórdica y frazadas de microfibra extra comfort; marca Arredo.
• Menú de almohadas en: micro fibra hueca de poliéster, pluma duvet y visco-elástica cervical.
• Batas de algodón tondozado y pantuflas.
• La habitación Celedonio (King o doble twin) dispone de patio privado y estudio en planta alta con balcón, escritorio, living, y sector especial para Spa.
• TV Satelital LCD.
• DVD.
• Calefacción y Aire Acondicionado.
• Telefonía DDI – DDN
• Frigobar con exquisiteces nacionales e importadas.
• Cajas de seguridad digital.
• Secador de pelo.
Enoturismo
Casa Margot – Hotel Champagnerie, es la posada de turismo de Bodega Margot, un proyecto boutique dedicado a la elaboración de espumantes de alta calidad.
La finca de 27,2 ha. está situada en el Valle de Tupungato, Mendoza, a 1.050 msnm. Allí, en el distrito de Cordón del Plata, al pie de la Cordillera de Los Andes crecen las 24 ha. de viñedos varietales finos protegidos con malla antigranizo.
Se conducen en espaldero alto las 7 ha. de Malbec, 8 ha. de Chardonnay, 3 ha. de Pinot Noir y 6 ha. de Sauvignon Blanc, destinadas a la producción de uvas de calidad certificada. Los espumantes se elaboran también con uvas provenientes de viñedos situados en la zona de Luján de Cuyo y Tupungato pertenecientes a productores asociados. Los viñedos son controlados y conducidos por el Ing. Agrónomo con rindes de hasta 100 QQ por ha.
Se elaboran vinos espumantes de alta gama de acuerdo a la centenaria técnica de vinificación originada en la región de Champagne, Francia. El objetivo es lograr espumantes de calidad Premium y Ultra Premium, en partidas limitadas destinadas a circuitos comerciales exclusivos.
Ubicación y reservas
Casa Margot Hotel Champagnerie está ubicado en el corazón de los Caminos del Vino y principal plaza gastronómica de Mendoza: Chacras de Coria (Luján de Cuyo); rodeada de añosas arboledas, lujosas residencias, bodegas, viñedos, pintorescos paseos comerciales, restaurantes, cafeterías, bares y discotecas.
Las reservas pueden realizarse a través de su página web www.casamargot.com.ar o al teléfono +54 11 5237-1405.
Si además querés planear tu viaje y estadía en Mendoza con todos los detalles incluidos y sin preocuparte más que por el armado de las valijas, entonces podés hacerlo con Duques del Plata, la agencia especializada y dedicada exclusivamente al turismo gay-friendly en Argentina.
24/04/11 Un circuito con rincones poco conocidos para disfrutar de la capital porteña. Vida nocturna, música, costumbres criollas y propuestas culturales alternativas.
A veces uno se encuentra en la situación de tener que oficiar de guía turístico para algún pariente o amigo extranjero; algo aparentemente simple en lo teórico, pero que no lo es tanto en la práctica. Si se trata de un solo día, uno no tiene problema en hacer el recorrido obligado de Caminito, el café Tortoni y el Obelisco. Pero si la cosa se dilata, suele volverse tedioso para un porteño recorrer los sitios característicos de la Ciudad de Buenos Aires . La siguiente guía está pensada para que usted pueda equilibrar entre los destinos y actividades que inexorablemente todo visitante querrá conocer, con otros más originales, que pueden resultar interesantes a ambas partes.
Si el visitante es una persona de mente abierta, con inquietudes artísticas y busca algo más que una foto junto a la Bombonera, es muy posible que se sienta atraído por el Street Art Tour . Organizadas por la compañía Grafiti Mundo, estas visitas guiadas invitan conocer los murales, grafitis y demás obras de arte urbano que decoran Buenos Aires. Aunque muchos lugareños lo ignoran, la “reina del plata” no tiene nada que envidiarle a Barcelona o Los Angeles, ya que, junto con San Pablo, es la meca del arte callejero de América Latina. El paseo dura tres horas, recorre Palermo y sus inmediaciones, y se realiza de miércoles a sábados, desde las 16. Cuesta $ 90 (con bebida y traslado) y puede ser en inglés o en castellano.
En el Abasto, la psicodelia no está en las paredes sino en las calles, donde late un multicuralismo desprolijo, bien latino. Aquí, la música de La Bomba de Tiempo , el ensamble de percusión fundado y dirigido por Santiago Vázquez, no desentona. Todos los lunes por la noche en la Ciudad Cultural Konex (Sarmiento 3131), La Bomba invita a participar de una experiencia que remite al trance tribal. Los tambores frenéticos convierten a esta ex fábrica en una rave de espíritu primitivo, donde la relación formal artista – espectador se desintegra y da lugar a un evento comunitario.
Pensar en evadir la temática tanguera y la cultura criolla es pecar de iluso. Además, ¿por qué alguien preferiría no conocer aquello que distingue a Buenos Aires de tantas otras metrópolis? No es exagerado decir que las costumbres criollas se van diluyendo con los años. Por suerte existe la Feria de Mataderos , el mejor lugar de la Ciudad para experimentar los ritos de cuando la urbe era sólo una gran aldea. Se realiza los domingos de 11 a 20, a pocos metros del cruce de las avenidas Lisandro de la Torre y Directorio, y permite disfrutar de la gastronomía criolla (locro, tamales, asado), música folclórica, competencias de sortija y un paseo de artesanos (entrada gratuita; se suspende por lluvia).
La postal tanguera típica está en todos lados; el desafío radica en dar con un lugar al que se le pueda aplicar el rótulo de “auténticamente tanguero”. Ese sitio es la milonga del club Sunderland (Lugones 3161, Villa Urquiza ). Todos los sábados desde las 22.30, decenas de milongueros se dan cita en una de las pocas pistas donde aún vive el espíritu de los años 40. La milonga se realiza en un club de barrio y se baila sobre las baldosas de su cancha de básquet.
Ya que hablamos de tango, cómo no mencionar el Hipódromo Argentino de Palermo , templo hípico en cuyas tribunas Carlos Gardel dejaba el alma alentando a su querido caballo Lunático. En aquellos tiempos el turf era pasión de multitudes, y el antiguo edificio de Avenida Del Libertador 4101 (inaugurado en 1876 y reformado en 1908) hervía los domingos. La situación ya no es la misma, pero el lugar sigue teniendo cierta mística, cierto charme , que surte efecto en locales y extranjeros. Hay carreras los lunes por la tarde, y algunos viernes, sábados y domingos. La entrada es gratuita, salvo para la tribuna oficial. En noviembre se realiza el Gran Premio Nacional, una cita imperdible.
El Teatro Colón no tiene nada que ver con las apuestas ni los caballos, pero hay algo que lo emparenta al hipódromo: ambos engloban su propio universo. Tras el telón de uno de los mejores escenarios del mundo funciona una compleja maquinaria humana que se encarga de trabajar hasta en el más ínfimo detalle de cada puesta: escenografía, vestuario, iluminación, un modelo de producción que se dejó de aplicar en el resto del globo y que vuelve al Colón una rara avis. Las visitas guiadas –en castellano e inglés– permiten conocer esta maravillosa fábrica teatral. Se realiza todos los días, desde las 9 y hasta 15.45 (el tour cuesta $20 para locales y US$ 15 para extranjeros).
Ajenos a toda moda, los bodegones porteños (en los que términos como maridaje o cocina molecular no tienen cabida) siguen fieles a su mezcla de gastronomía italiana y española. En la esquina de San Juan y Sarandí, San Cristóbal , se encuentra el bar Miramar, uno de los máximos exponentes de este rubro. El local abrió hace 60 años y todo en él –mesas de madera y manteles blancos, el mostrador y la atención– recuerda a la Buenos Aires de mediados de siglo XX. Es el lugar ideal para compartir el tradicional “vermut”, y disfrutar de platos como buseca y guiso de lentejas, o especialidades más raras, como ranas o caracoles.
Atrapado entre el incesante caudal de autos de las avenidas Del Libertador y Figueroa Alcorta, en Palermo, late un pequeño enclave nipón: el Jardín Japonés (abre todos los días de 10 a 18; la entrada cuesta $ 8). Si bien es raro mostrarle a un turista algo tan alejado de la cultura local, su exotismo lo vuelve un paseo imperdible. Los visitantes pueden recorrer los estanques, alimentar a las enormes carpas de colores y disfrutar de la Ceremonia del té en el restaurante, que también está abierto por la noche, y ofrece sushi y platos típicos de la comida nipona.
Internándose 12 km en la provincia de Buenos Aires , está la zona de las Barrancas de San Isidro , destino de fácil acceso (se puede llegar en tren, auto o colectivo) marcado por la historia y la ribera del Río de la Plata . La plaza Mitre, la catedral y Villa Ocampo (Elortondo 1837) –centro cultural que funciona en la antigua casa de Victoria Ocampo– son algunos de los lugares característicos de este barrio. La feria de antigüedades de la estación Barrancas del Tren de la Costa merece ser visitada, al igual que Perú Beach (Perú y el río), área costera donde se puede practicar deportes y disfrutar de un buen trago.
Ya sea que llegues proveniente desde el norte, del oeste, o bien del sur, lo hagas en ómnibus, en auto, o en tren, solo, en compañía cómplice de amigos, o quizás algo incomodado por hacerlo en grupo familiar , Mar del Plata te recibe con los brazos abiertos.
Sin dudas, es ella la Argentina misma. Desde hostels tácitamente gay frendly, como alternativa más accesible, a hoteles pasando de aquellos que solo cuentan con una estrella hasta los más lujosos, son los posibles destinos para poder albergarse en MDQ.
Si bien no cuenta con lugares gay explícitamente promocionados ni con una oferta asimilable a la de Buenos Aires o Córdoba, tiene el atractivo de concentrar a un sinnúmero de personas con la misma identidad.
Basta recorrer sus calles, y mirar enderredor para palpar el aire que subyace en determinados momentos del día. Resulta ineludible un paseo por la “recoleta” calle Güemes al caer la tarde o para remontar el ostracismo que puede generar un día nublado y ver las miradas provocativas de mas de un caminante.
Foto: Fernando Rey/Flickr
Saliendo de la ciudad, en busca de un lugar menos masivo para poder gozar a pleno del mar, es sin dudas el sitio indiscutido e ineludible de visitar y volver a ir aquel balneario que mas de uno por timidez o prurito, teme preguntar la forma en que se puede llegar. Me refiero ni mas ni menos que a la mas que famosa Playa Escondida, que si te dirigís a ella en ómnibus, toma el nombre en el pasaje de “las brusquitas” y que para llegar de esa forma se convierte en una cuasi-odisea por la demora del transporte -que saliendo desde la nueva terminal- recorre serpenteantemente toda la ciudad, recorriendo los balnearios del sur, Chapadmalal hasta llegar a la curva y contracurva de aquel peculiar lugar.
En realidad, el que no lo conoce -y se deja llevar por los comentarios a priori– cuando descubre realmente el lugar puede comprobar que se trata de un espacio que permite estar en libertad con el cuerpo, la mente y el espíritu, coexistir en armonía entre aquellos que optan por permanecer despojados de toda investidura material para entregarse a pleno a los brazos de febo y a la caricia de las aguas a veces algo gélidas pero que no por ello dejan de ser cautivantes. El clima que se percibe en el ambiente es de camaradería plena y más que amistoso, en donde el saludo, las charlas, el juego de cartas al atardecer son moneda más que corrientes, un espacio cosmopolita donde es mas que factible encontrar a mas de un extranjero y argentinos de diferentes latitudes.
Playa escondida. Foto: Flickr
Claro, que quien la conoce en plenitud creerá que mi relato se asemeja a una novela pastoril del medioevo que nada tiene que ver con la realidad, por cuanto, como en todo lugar existen las contracaras o bien otros ámbitos, de un tenor diferente. Ese tenor que sólo las personas que en cada oportunidad constituyen su público le pueden dar y ese lugar esta dado por un espacio de vegetación frondosa ubicado en la parte norte de la playa, en donde laberínticos caminos forjados con la huella sin pausa de transeúntes avídos de aventuras han esculpido a la manera de senderos que conducen a reductos de encuentros de altísimo voltaje. De igual modo, cuando la anuencia del mar, con la marea baja lo permite, es el transitar por la herradura imperfecta que forman los acantilados y ocultarse entre las cuevas que allí se forman, crea un ámbito con idénticas connotaciones ardientes que aquel que genéricamente se conoce como “el bosquecito”.
Cuando la noche llega, la ciudad invita a disfrutar de sus discos. Y en particular una resulta contundentemente convocante, a metros de la Avenida Colón, a la altura de Córdoba, cada día es posible ver como convergen en ella personas de todas los rincones de la Argentina, en un tono distendido y más participativo que el que cada uno esta acostumbrado a estar en las respectivas ciudades de origen. La noche se matiza con shows, la visita de famosos que comparten los mismos gustos y un ritmo musical que varía de acuerdo a los días. Cuando el sol despunta sus rayos y las puertas han de cerrarse, aquellos que no han logrado obtener entre sus paredes un “vínculo a la manera del verano”, se dirigen a explorar la llegada del amanecer hacia la Avenida que bordea el lujurioso mar, siendo ello un punto factible de posible encuentro a la luz del –en ese momento del día-, pálido astro. Otros en cambio optan por internarse en un lugar que a los ojos de la mayoría resulta inadvertido, dado que es sólo una puerta en una galería céntrica: su ingreso está camuflado con el popurrí de negocios que lo rodea y al ingresar se abre un mundo de películas particulares; perfecta alternativa para mitigar los días en que la playa -por ausencia del sol- impide que sea disfrutada.
En definitiva, Mar del Plata, sin guía, sin una promoción directa y sin espacios definidos claramente como LGBT, es un lugar, que por la elección colectiva y tácita de un número importante de personas de todo el país es el polo de atracción donde nuestra comunidad tiene plena cabida. Apostemos a su desarrollo y al mejoramiento de las alternativas para que todas y todos podamos disfrutarla a pleno.
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